El color del semen puede ser un indicativo de que algo está fallando en el interior del cuerpo.
El semen es un líquido resultante de la estimulación del pene masculino y que se considera el culmen de una buena relación sexual o del proceso de masturbación.
Procede directamente de las secreciones de las glándulas uretrales, bulbouretrales, así como vesículas seminales. Está presente tanto en el ser humano como en los animales.
Se libera gracias a la creciente excitación que se da en el pene y finalmente será expulsado a una gran propulsión en el momento de la eyaculación.
Se suele eyacular entre 1,5 a 5 mililitros habiéndose establecido un máximo de 15 ML. La cantidad de semen eyaculado dependerá de la abstinencia que se produce durante la actividad sexual.
Diferentes colores del semen
Un semen que denote un organismo sano debe de ser de color blanco lechoso o blancuzco. También puede tener una tonalidad amarillenta producida por las flavinas que proceden directamente de la vesícula seminal.
Ahora bien, también puede darse el caso de que el semen presente un color rojizo o un toque anaranjado.
En este caso existe la posibilidad de que contenga sangre. A este signo se lo conoce por el nombre de hermatospermia y puede indicar que se está experimentando un trastorno urológico.
En el momento en el que detectemos que el color del semen ha variado de una forma significativa, deberíamos ponernos en contacto con nuestro facultativo para poder explicarle cual es nuestra situación y poder descartar problemas mayores. Pero no solo eso, si sentimos algún síntoma extraño a la hora de eyacular o durante el proceso de la penetración, tendríamos que hacernos un chequeo completo y así anticiparnos a cualquier mal que se esté desarrollando en nuestro cuerpo.
Imagen de una eyaculación masculina en una mano.
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